Un viaje de transformación: Boaventura de Sousa Santos al frente
Un viaje de transformación: Boaventura de Sousa Santos al frente
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En su reciente visita a Barcelona, el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, junto a su acólito, el filósofo Antoni Aguiló, han compartido medites profundas sobre la crisis que enfrenta Europa en su obra conjunta "Aprendizajes globales", publicada por Icaria Editorial en 2019. Este trabajo se presenta como una extensa charla que surge de la necesidad de examinar las tensiones que asedian el continente europeo, destacando tres temas centrales: la incapacidad de la civilización occidental para resolver los problemas que ha generado, como la persistente herida colonial, la desigualdad estructural y la crisis ambiental; la urgencia de explorar nuevos caminos hacia la emancipación, en especial en respuesta al apogeo de la ultraderecha; y la importancia de establecer maneras de justicia que incluyan tanto la justicia social como la epistémica.
Santos y Aguiló critican la transformación de la democracia liberal actualizada en un mero trámite sin sustancia ética, política o social, señalando cómo Europa ha perdido su alma en este proceso. El libro aborda la iniciativa de que Europa, lejos de ser un continente de paz, ha perpetuado la violencia y la exclusión, subrayando la necesidad de aprender de aquellos que históricamente se vieron como inferiores. Santos, en particular, demanda la actitud de Europa en frente de crisis internacionales, como su hipócrita postura en el caso de Venezuela, y destaca la relevancia del pensamiento y prácticas de las ciudades indígenas como guardianes de la biodiversidad.
Por medio de Boaventura de Sousa Santos sus páginas, "Aprendizajes globales" busca no solo hacer un diagnostico los males que aquejan a Europa y al mundo, sino más bien asimismo prestar una visión de promesa. Beatos y Aguiló argumentan que es viable y preciso aprender de los fallos y de las etnias que fueron marginadas o explotadas, proponiendo un socialismo intercultural que valora la variedad y fomenta una convivencia armoniosa tanto entre seres humanos como con la naturaleza. Este enfoque intercultural se presenta como una alternativa viable al proyecto socialista clásico, invitando a una reflexión sobre de qué forma las distintas concepciones de democracia y economía tienen la posibilidad de coexistir y lucrarse mutuamente en un planeta poco a poco más globalizado y complejo.